La obra es una búsqueda del origen, una llamada a nuestra parte más ancestral que nos conecta con la Tierra, con la raíz, con el motor primitivo que nos empuja a seguir. En un viaje introspectivo a nuestras entrañas, para que surja una danza de la escucha instintiva del ritmo interno, y que sirva como puente entre el ritmo humano y el cósmico, el individual dentro del colectivo.
Se explora el ser humano como parte de la naturaleza, en su simbiosis con el ecosistema y con la esencia de la vida. El cuerpo como materia, como organismo, como parte del todo y totalidad al mismo tiempo, el cuerpo humano, animal o vegetal. El cuerpo como lugar donde ocurre la vida, cualquiera que sea la forma en que ésta se manifieste. Una danza como expresión vital y natural.